Aunque para muchos los empleados públicos son privilegiados, realmente son quienes, con su especial refuerzo ante el despido, pueden proteger los intereses generales frente a políticos corruptos o inútiles. Sin embargo, las libres designaciones hacer que cualquiera que se atreva a denunciar, será apartado y arruinada su carrera. Por eso casi nadie se atreve, para no sufrir lo que en muchos casos es acoso laboral: te bajan el sueldo, te dejan sin tareas…

Defenderemos –incluso en los tribunales- la profesionalidad de los empleados públicos: no existe ninguna asociación que proteja, defienda, ampare o apoye a empleados públicos que, por denunciar a sus superiores en casos de corrupción o arbitrariedad, han sido apartados o relegados, cuando no acosados o despedidos.

Esto es una línea roja en la configuración de una administración que no sólo debe proteger la integridad salarial sino profesional de los empleados públicos para que puedan cumplir su función garante de la neutralidad y la eficacia del sector público ante actuaciones de interés partidista.

Abriremos un buzón de denuncias para apoyar a aquellos funcionarios y empleados públicos que, si se saben apoyados, pueden atreverse a denunciar abusos e incompetencias.